Viernes, 1 de Septiembre de 1939

POLONIA: Ninguno de los marineros del crucero de batalla alemán “Schleswig-Holstein” podía tener ni la más remota idea de la trascendencia que tendrían las acciones que estaban a punto de realizar. Los marineros cargaron los obuses, los artilleros apuntaron los cuatro cañones de 280 milímetros y los oficiales dieron la orden de disparar. El objetivo del viejo pero aún potente crucero de la Kriegsmarine era el depósito de municiones polaco de Westerplatte, en la costa del Báltico. Eran las 4:00 cuando los cañones del buque alemán lanzaron su primera andanada. El mundo ya no volvería a ser como antes. La vida de esos marineros, de los soldados polacos de Westerplatte y de miles de millones de personas había cambiado para siempre. LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL HA COMENZADO.

A las 4:30 horas se inician los ataques aéreos con el bombardeo del puente de Tczew, en Pomerania, por parte de una escuadrilla de Stukas. Un poco más tarde, a las 5:20, comienzan los grandes ataques aéreos protagonizados por cientos de bombarderos Do-17 y He-111 sobre las ciudades de Puck, Gdynia, Varsovia, Cracovia y Katowice, matando a varios miles de civiles polacos, así como a los aeródromos. Sin embargo, la Luftwaffe se encontró con un problema inesperado: la niebla, que dificultó las operaciones y limitó la efectividad de sus ataques. Contra lo que comúnmente se cree, la mayoría de la Fuerza Aérea Polaca no fue destruida en tierra los primeros días de Guerra, sino que combatió, con notable agresividad, hasta que fue barrida de los cielos por los alemanes. En Varsovia, la capital polaca, la Luftwaffe había planeado un fuerte bombardeo, denominado Operación Wasserkante, pero la niebla y los cazas polacos dificultaron el ataque germano. La Luftwaffe perdió hoy sobre los cielos de Varsovia 16 bombarderos frente a 10 aparatos polacos destruidos. Aun así, las bombas nazis han alcanzado el centro de Varsovia, informando a toda la ciudad de que el país está en guerra. Las explosiones fueron la única comunicación formal que los alemanes dieron al gobierno polaco acerca del inicio de la guerra, pues no hubo una declaración de guerra oficial.

La guerra desde el aire, la pesadilla que había atormentado a tantos intelectuales durante las dos décadas anteriores, era ahora una realidad. A partir de hoy, las ciudades y los civiles enemigos se convertirían en un objetivo legítimo para todos los contendientes.

A las 4:45 comienza el avance del Heer a lo largo de toda la frontera. En el norte, las tropas del Grupo de Ejércitos Norte del Mariscal Bock intentan apoderarse de los puentes y los nudos ferroviarios fronterizos, con variados resultados. Al final del día, el Ejército Polaco de Pomerania inicia un repliegue ordenado hacia el sur, en dirección a Varsovia.

En el sur, bajo el mando de Von Runstedt, se dan los combates más intensos de la jornada. Conocido como “el último prusiano”, von Runstedt dirigiría con grandes resultados su Grupo de Ejércitos Sur, poniendo en prácticas las modernas tácticas de la Blitzkrieg mejor que ningún otro oficial alemán. A primera hora del día, las divisiones Panzer 1º y 4ª cruzan la frontera, seguidas por la 31ª de infantería. Los tanques de la 4º Panzer se enfrentarán en la localidad de Mokra con la 7ª División de Infantería Polaca y una brigada de caballería, apoyadas ambas por un tren armado. Tras fuertes combates durante varias horas, los polacos se repliegan tras haber sufrido 500 bajas y haber inflingido 800 a los alemanes. Ha sido la primera batalla propiamente dicha de la Guerra.

Tanques alemanes destruidos en Mokra el primer día de la Guerra

En el Báltico, unidades paramilitares de las SS tratan de hacerse con el control de la Ciudad Libre de Dantzig. La ciudad es oficialmente un estado independiente bajo protección de la Sociedad de Naciones, pero la mayoría de la población es alemana (y fervientemente nazi) y los polacos controlan algunos edificios, como el de correos. Será allí donde los funcionarios polacos se parapeten y luchen durante las siguientes horas contra los paramilitares alemanes, como muestra la foto de la izquierda. A pocos kilómetros de allí, infantería alemana desembarca en la base polaca de Westerplatte, pero las ametralladoras polacas frenan su avance. Tres destructores polacos allí amarrados consiguen burlar el bloqueo de la Kriegsmarine y ponen rumbo a Gran Bretaña.




BERLIN: Las ironías siempre fueron la fuerte de Adolf Hitler. A las 5:10 de la mañana, una hora después de las primeras andanadas del Schlewig-Holstein y cuando ya se combatía por toda la frontera, la Cancillería del Reich emite un mensaje radiado por el propio Hitler. El líder alemán denunció la persecución de la minoría alemana en Polonia y acusó a sus fuerzas armadas de lanzar sabotajes y provocaciones contra Alemania, especialmente por el ataque a la emisora de Gleiwitz. Horas más tarde, el Reichstag es convocado de urgencia y Hitler proclama que está “determinado a eliminar de las fronteras alemanas el elemento de inseguridad, la atmósfera que recuerda a una guerra civil”. También declara que llevará el uniforme militar hasta que “los enemigos de Alemania sean totalmente destruidos”. Cumpliría su promesa solo parcialmente. (El discurso completo de Hitler, aquí)


LONDRES: Una palabra define el ambiente que se vive por la mañana en Londres y París: desconcierto. Tras pasar toda la mañana pidiendo una confirmación de la invasión alemana, el gobierno británico ordena la movilización general de todo el Ejército, la RAF y la Royal Navy. Lo cierto es que casi nadie en el Reino Unido tiene la más mínima idea de que derroteros tomará la situación. ¿Habrá guerra, o aun se puede convencer a Hitler para que renuncie a sus planes? Horas más tarde, el gobierno de Canadá recibe plenos poderes de su Parlamento para movilizar al país.

A las 21:30 y tras varias reuniones entre diplomáticos ingleses y franceses, es presentada en Berlín una declaración conjunta anglo-francesa exigiendo a Alemania el fin de su agresión en Polonia y amenazando con el cumplimiento de los acuerdos militares que ambos países mantienen con Polonia. Dentro del gobierno nazi, la mayoría aun cree que es un farol, y que los aliados occidentales no intervendrán.

PARIS: Tras reunirse en sesión de emergencia, el Consejo de Ministros Francés declara el estado de sitio en toda Francia. Así mismo, se hace pública una declaración pidiendo a Alemania la retirada de Polonia, horas antes de sumarse a la declaración que diplomáticos ingleses y franceses han preparado.

ROMA: A las 16:00 el Consejo Fascista ha declarado que no tomará ninguna medida de carácter militar si Italia no es atacada directamente. Hay fuertes discusiones entre los miembros del gabinete pro-nazis, como Starace, y los partidarios de la neutralidad, como el Conde Ciano. Evidentemente, el régimen fascista italiano tiene grandes simpatías por el nazi, pero Mussolini es un político avezado, que sabe que su país está aun poco o nada preparado para la guerra. Es por ello que Italia permanecerá neutral durante los primeros meses de guerra.


MOSCÚ: Stalin ordena la movilización de las fuerzas armadas, y la edad de reclutamiento es rebajada de los 21 a los 18 años.


WASHINGTON: El presidente Roosevelt emite un comunicado solicitando a los beligerantes que prohíban los bombardeos aéreos contra la población civil. Ese mismo día, y tal como estaba previsto desde semanas antes, el General Marshall se convierte en Jefe del Estado Mayor Conjunto.

A lo largo del día, Noruega, Portugal, Cuba, Letonia, Finlandia, Yugoslavia y Rumania declararán su neutralidad en el conflicto.