Viernes, 6 de Octubre de 1939

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POLONIA: Se rinden las últimas tropas polacas que luchaban en Kock, en el área del río Bug; tan solo han sobrevivido 8.000 hombres de los 16.000 que empezaron a combatir hace cuatro días. La Invasión de Polonia ha terminado. En estos 36 días de campaña, la Wehrmacht ha sufrido 16.343 muertos, 320 desaparecidos y 27.640 heridos, además de perder xx tanques. La Luftwaffe, que ha gastado la mitad de sus reservas de municiones, ha perdido 265 aviones (126 abatidos por los cazas polacos, el resto por el fuego antiaéreo) y otros 279 aparatos han sufrido daños de cierta importancia. Por parte polaca, han tenido 66.000 muertos, 133.700 heridos y 694.000 prisioneros, perdiendo además 260 aviones, 70 de ellos en combates aéreos. A estas cifras hay que sumarles las bajas civiles: aunque son difíciles de cuantificar, se calcula que unos 150.000 civiles polacos han muerto o irán muriendo durante el siguiente año, incluyendo tanto a la bajas colaterales durante los combates y los bombardeos como a los ejecutados por las SS en aplicación del Plan Heydrich para la eliminación de las élites polacas. Solo en el mes de Septiembre se realizaron a manos de las SS 760 ejecuciones en masa que acabaron con la vida de 20.000 polacos, la mayoría políticos locales, maestros, intelectuales y sacerdotes.

Aun en la locura de la guerra, hay espacio para el honor. Un grupo de soldados alemanes enterraron decentemente aquí a cinco soldados polacos muertos en combate.


Al margen de las cifras de bajas y pérdidas, en toda Europa comienzan a analizarse con meticulosidad los pormenores de la Campaña Polaca. Aunque contaba con una importante superioridad numérica y técnica, no deja de ser sorprendente la rapidez con la que la Wehrmacht ha destrozado al ejército polaco y ocupado el país. En Alemania es donde las lecciones de la invasión son estudiadas y aprendidas más eficazmente. La Blitzkrieg, la nueva forma de hacer la guerra basada en el movimiento y en la coordinación entre las diversas armas, ha demostrado su eficacia, y los oficiales que la defendían han visto sus opiniones ratificadas por las experiencias reales. Pero los alemanes no caen en el triunfalismo. Los problemas de la Blitzkrieg son analizados y se intenta corregirlos. La necesidad de comunicaciones más eficaces, la lentitud de la infantería, la falta de precisión de los ataques aéreos y la exposición de los flancos y las líneas de suministras serán cuestiones que los oficiales alemanes tratarán de subsanar. Por el contrario, ingleses, y sobre todo, franceses, no asimilarán las lecciones de la caída de Polonia. Francia continuó aferrándose a la doctrina de la guerra de posiciones, pese a los gritos desesperados de oficiales modernos como De Gaulle. Los aliados tendrán que sufrir en sus propias carnes la Blitzkrieg para que puedan comprenderla.

BERLIN: Apoteosis nazi en la capital del Reich. Ante el Reichstag, reunido en sesión especial, y docenas de periodistas de todo el mundo, Hitler realiza un discurso que será radiado dentro y fuera de Alemania. El Führer informa a los parlamentarios nazis que la Campaña Polaca ha concluido y que el éxito alemán ha sido completo. Tras dar una larga relación de las bajas y de los enormes logros de la Wehrmacht, Hitler expresa su interés en llegar a un acuerdo de paz con Francia e Inglaterra, pide la celebración de una conferencia de paz internacional sin condiciones previas y justifica sus acciones en Polonia y Checoslovaquia del último año como una corrección de las injusticias cometidas por el Tratado de Versalles. Con respecto al futuro de Polonia, Hitler anuncia que las partes cedidas por Alemania en 1918 y de mayoría germana se reintegrarán en el Reich Alemán. El resto del territorio polaco quedará bajo la tutela de un Gobierno General nombrado con Berlín y que preparará al país para una futura independencia.





FINLANDIA: El gobierno finlandés decreta la movilización general tras los requerimientos soviéticos para revisar sus fronteras comunes.

2 comentarios:

Cayetano dijo...

Primer objetivo de Hitler cumplido. Las cosas le van saliendo bien. Ahora quiere una conferencia internacional para ganar tiempo y seguir engañando a Francia y Reino Unido como en Munich. Un auténtico zorro.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

La guerra relámpago fue un éxito, sin embargo la aviación alemana mostraba sus carencias. En mi opinión la cojera alemana en dos de las armas fundamentales sería decisivo. El ejército de tierra era muy muy bueno y muy bien armado, la aviación pensaban que estaba a la altura pero tenía carencias importantes, como el no contar con bombarderos y cazas de largo alcance, algo no muy importante para la guerra relámpago pero fundamental a la hora de la contienda con Inglaterra. Y por último la marina, la cual si quitamos a los submarinos andaba muy por debajo de la de sus enemigos, barcos obsoletos antes de ser botados (ejemplo del Bismark) y no contar con portaaviones. Lo dicho Alemania solo contaba con su explosiva guerra relámpago pero no tuvo en cuenta los otros escenarios posibles.

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