Martes, 19 de Diciembre de 1939

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FINLANDIA: Prosigue la Batalla de Summa, en la Línea Mannerheim. Los soviéticos lanzan nuevos ataques con tanques, y aunque los carros rusos consiguen penetrar un poco a través de las defensas finlandesas, la infantería soviética se queda rezagada. Al llegar la tarde y tras perder 20 de los 100 tanques empleados, los soviéticos se repliegan. La única conquista que el Ejército Rojo consigue mantener es el pueblecito Oinala, que los finlandeses atacan infructuosamente durante la noche. Mientras, en el Báltico, una escuadra de barcos soviéticos liderada por el acorazado Marat ataca la fortaleza finlandesa de Saarempää. Se sucede un duelo artillero entre los buques comunistas y la artillería finlandesa entre las 12:15 y las 13:04 y que se salda con la retirada de los navíos atacantes. En la retaguardia finlandesa, la aviación soviética lanza varios ataques aéreos contra Helsinki, Hanko, Viipuri, Jänisjärvi y Turku. Los ataques aéreos soviéticos se irán intensificando y haciéndose más indiscriminados en los próximos días.


GRAN BRETAÑA: La pesadilla que las minas magnéticas ha ocasionado a Reino Unido comienza a llegar a su final. Tras analizar las minas capturadas semanas atrás, los científicos de la Royal Navy, C.F. Goodeve y E.C. Bullard descubren un sistema para neutralizar las minas. El equipo de científicos liderados por ambos investigadores descubrió que el sistema interno de las minas detonaba al encontrar campos magnéticos superiores a 50 miligauss. Mediante un sistema que se denominará “Degaussing” y consistente en una serie de cables colocados a lo largo del casco del barco y conectados a un generador, se conseguirá neutralizar a las minas germanas.


ATLÁNTICO NORTE: El mercante germano Columbus es destruido por su propia tripulación para evitar que fuera capturado por el destructor británico HMS Hyperion, a unas 300 millas de la Costa Este Estadounidense. El Columbus había sido seguido desde que partió de Veracruz por el crucero estadounidense USS Tuscaloosa, el cual radió su posición a los británicos. El hecho, una clara violación de la neutralidad estadounidense, es ignorada por la diplomacia alemana, la cual no realiza ninguna protesta al respecto.


BUENOS AIRES: El Capitán Hans Langsdorff dirige un discurso a sus hombres una vez que ya han llegado a Buenos Aires. El oficial alemán termina sus palabras con estas frases:


La opinión pública discutirá seguramente durante mucho tiempo a fin de averiguar si estábamos equivocados o teníamos razón de destruir nuestro buque, si no hubiera sido más heroico ofrecer de nuevo combate al enemigo y que éste acabara con la muerte de los marinos. Lo habríamos hecho sin murmurar una sola palabra y con alegría. Por mi parte facilitaré la prueba de que eso no ha ocurrido por falta de valor personal


Las palabras de Langsdorff resultan enigmáticas para sus hombres, pero cobran todo su sentido cuando lo encuentran a la mañana siguiente. Se había suicidado en su habitación del Arsenal Naval de Buenos Aires, pegándose un tiro en la cabeza mientras estaba envuelto en la bandera de la Kriegsmarine. Prefirió la muerte al deshonor. Junto a su cuerpo se encontró una carta para el embajador alemán en Buenos Aires.


Excelencia: Después de haber luchado largo tiempo, he tomado la grave decisión de hundir el acorazado Admiral Graf Spee, a fin de que no caiga en manos del enemigo. Estoy convencido de que, en estas circunstancias, no me quedaba otra resolución que tomar después de haber conducido mi buque a la trampa de Montevideo. En efecto, toda tentativa para abrir un camino hacia alta mar estaba condenada al fracaso a causa de las pocas municiones que me quedaban. Una vez agotadas esas municiones, sólo en aguas profundas podía hundir el buque a fin de impedir que el enemigo se apoderara de él. Antes de exponer mi navío a caer parcial o totalmente en manos del enemigo, después de haberse batido bravamente, he decidido no combatir, sino destruir su material y hundirlo... Desde un principio he aceptado afrontar las consecuencias que implicaba mi resolución. Para un comandante que tiene sentido del honor, se sobreentiende que su suerte personal no puede separarse de la de su navío... Ya no podré participar activamente en la lucha que libra actualmente mi país. Sólo puedo probar con mi muerte que los marinos del Tercer Reich están dispuestos a sacrificar su vida por el honor de su bandera. A mí sólo corresponde la responsabilidad del hundimiento del acorazado Admiral Graf Spee. Soy feliz al pagar con mi vida cualquier reproche que pudiera formularse contra el honor de nuestra Marina. Me enfrento con mi destino conservando mi fe intacta en la causa y el porvenir de mi Patria y de mi Führer.
Dirijo esta carta a Vuestra Excelencia en la calma de la tarde, después de haber reflexionado tranquilamente, para que usted pueda informar a mis superiores y, si es necesario, desmentir los rumores públicos.
Capitán de navío Langsdorff
Comandante del acorazado Admiral Graf Spee



El capitán Hans Wilhelm Langsdorff (1884-1939)



LONDRES: El cuarto Consejo Supremo Aliado se reúne en la capital británica con la asistencia de las altas esferas políticas y militares de Francia y Reino Unido. No se toman decisiones militares de especial relevancia.


POLONIA: Las SS fusilan a 380 judíos en Ostro. Hitler, contrariado por no haber sido informado del suceso, exigirá explicaciones a Himmler, líder de las SS.


MOSCÚ: Mikhail Koshkin presenta ante el Comité de Defensa Soviético los planos del nuevo tanque A-32. El Comité autoriza la construcción de dos prototipos que estarán acabados en Enero. La producción del nuevo carro comenzará en Septiembre, y lo hará por el nombre por el que pasará a la historia: T-34, sin duda alguna, uno de los mejores tanques de la Segunda Guerra Mundial.

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