Jueves, 8 de Febrero de 1940

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FINLANDIA: La lucha en Summa se hace a partir de hoy desesperada. Como cada día desde hace más de una semana, el Ejército Rojo golpea la Línea Mannerheim, pero el ataque de hoy es inusitadamente más duro que los anteriores. Carros, tanques, artillería y aviones apoyan a las oleadas de infantería soviética, que de manera muy organizada se abalanzan contra las defensas finesas. La 3ª División Finlandesa está agotada tras ocho días de encarnizada lucha, y aguanta únicamente gracias al tesón casi sobrehumano de sus hombres. Summa, un pequeño pueblo en carretera que conduce a Viipuri, se ha convertido en el centro de todas las operaciones bélicas. La aviación soviética, que ha conseguido ir borrando de los cielos a los finlandeses, apoya el ataque ruso: hoy se lanzan varias docenas de ataques contra todos los puntos de interés finlandeses. Summa y Viipuri son poco más que unos montones de ruinas tras los combates y bombardeos de los últimos días. En el cuartel general finlandés, el Mariscal Mannerheim comprueba que pese a la heroica resistencia de sus hombres, el frente es ahora como un barco que se hunde: si se retiran tropas de un sitio para taponar una brecha, los soviéticos abrirán otra en otro lugar. En el norte del Ladoga, los soviéticos presionan y mantienen reservas a la espera que los finlandeses envíen refuerzos a la Línea Mannerheim. Lo mismo ocurre en el norte. Además, los informes que llegan de los depósitos de suministros no son nada halagüeños: la munición de artillería está ya a punto de agotarse, y las de las armas ligeras tampoco aguantarán mucho más. Solo el sacrificio de los soldados finlandeses impide que el frente se hunda en todas partes.



FRENTE OCCIDENTAL: Dos soldados franceses capturan a una patrulla alemana en el bosque de Forbach. Uno de los soldados franceses es Joseph Darnand, quien dentro de dos años se convertirá, irónicamente, en jefe de la policía secreta del régimen de Vichy.


PARIS: A las cinco de la tarde, un centenar de agentes de la policía francesa irrumpe y registra la Oficina Comercial Soviética en París, que también funcionaba como oficina de la agencia oficial soviética de noticias TASS. La policía requisa grandes cantidades de documentos, ya que se sospecha con fundamento de que la oficina soviética había servido para distribuir propaganda pro-germana entre los comunistas franceses. El embajador soviético protesta por la violación de la inmunidad diplomática de la Oficina Comercial, aunque técnicamente los acuerdos entre la URSS y Francia solo conceden la inmunidad estrictamente al personal de la embajada, no al de las oficinas comerciales o similares.


LONDRES: Discurso de Chamberlain a puerta cerrada en la Cámara de los Comunes para dar su informe mensual sobre el desarrollo de la guerra. Las decisiones tomadas en París en el Consejo Supremo Aliado centran su intervención.


NUEVA YORK: El agente de la Abwehr Sebold llega a Estados Unidos utilizando un falso pasaporte que lo identifica como “Harry Sawyer”. La misión de Sebold es dirigir el espionaje alemán en EE.UU.. Sin embargo, en la realidad Sebold es un agente doble que pasa información al FBI. Otro caso de los muy deficientes servicios secretos alemanes durante la guerra.

3 comentarios:

Cayetano dijo...

Sigue la resistencia finlandesa, heroica, numantina, desesperada frente al gigante ruso... ejemplo de un pueblo que no se resigna a ser un títere en manos de Stalin.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Pues si... se lo tendrían que haber hecho mirar al que hacía la selección de personal de los espías alemanes...

Desorbitao dijo...

Otro grupo de espías que enviaron se dió a la buena vida con los dólares que les dio el reichsbank. Por supuesto fueron capturados de inmediato.

Otro de esos grupos tampoco tenía una voluntad férrea de luchar, así que uno de los miembros delató a sus compañeros al FBI a cambio de que a él le perdonaran. Un gran sentido del deber...

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