Martes, 12 de Septiembre de 1939

POLONIA: De acuerdo con lo planeado ayer por Von Runstedt, los Ejércitos Alemanes 4º y 8º convergen, y el 16º Cuerpo Panzer llega al Vístula con sus 1ª y4ª Panzerdivissionen. En pocas palabras: las fuerzas polacas del Bzura han quedado cercadas. El General Tadeusz Kurtrzeba, que manda a los polacos en el Bzura, ordena a sus hombres detener el ataque hacia el sur. Su situación es muy compleja: si continúa machacando el flanco del 8º Ejército Alemán podría conseguir romper el frente y provocar un grave daño a los alemanes; esto se traduciría a su vez en tiempo extra para los defensores de Varsovia y para que los franceses organicen su prometida gran ofensiva. Pero si sigue avanzando, arriesga a todas sus tropas a quedar aisladas y ser destruidas. Finalmente, Kurtrzeba opta por tratar de reorganizar a sus hombres y tratar de escapar hacia la cada vez más amenazada Varsovia. La contraofensiva polaca del Bzura ha terminado, no así la batalla por el control de ese pequeño río polaco.

En Varsovia, el 3º Ejército alemán cruza el Narev y comienza a reorganizarse al noroeste de la ciudad, preparándose para su asalto. Pese a que la situación es desesperada y que nadie en el gobierno o en las fuerzas armadas espera que Varsovia pueda resistir, la guarnición de la capital se prepara para un combate casa por casa. En el sudeste de Polonia, las vanguardias del 14º Ejército Alemán toman Lemberg (Lvov), a costa de fuertes combates. Pese a todos los desastres, la voluntad de lucha de los polacos permanece inquebrantable.

FRENTE OCCIDENTAL: Los franceses avanzan otros 8 kilómetros en el Sarre y capturan algunos pueblos sin apenas resistencia alemana. Los generales franceses afirman que su avance ha obligado a Alemania a retirar divisiones del Frente Polaco, cuestión sobre la que los observadores británicos manifiestan sus dudas. Docenas de periodistas son llevados a varios de los pocos pueblos fronterizos capturados para mostrarles la “Alemania ocupada”, en lo que constituye un patético ejercicio de burda propaganda.

En Abbeville, al norte de Francia, se reúne por primera vez el Consejo Supremo de Guerra Aliado, formado por altos mandos anglo-franceses. El general Gamelin pide la suspensión de la ofensiva prevista sobre el Sarre para el día 16 y de otros avances menores, ya que considera que es cuestión de días que Polonia caiga y es por tanto inútil arriesgar a sus hombres. La cuestión es aprobada tras varias deliberaciones y la ofensiva se suspende. Los polacos no son informados de ello.

BERLIN: De nuevo visitando el frente polaco, Hitler se reúne con Goering, Keitel y Brauchistsch, a los cuales ordena no responder a los avances franceses en el Sarre. El Führer, veterano de la Primera Guerra Mundial, sabe lo que una guerra en dos frentes puede significar para Alemania, y prefiere acabar rápidamente con los polacos antes de tomar cualquier iniciativa militar a gran escala contra los aliados occidentales. En privado, Hitler reconoce a su asistente militar, el Coronel Schmundt, que hay que idear un plan para derrotar rápidamente a los franceses y lograr una paz por separado con el Imperio Británico.

MOSCU: Comienza la escalada de acusaciones soviéticas contra Polonia. El gobierno soviético afirma haber derribado tres aviones polacos en la región de Minsk. A todas luces, es un montaje para conseguir un casus belli contra Polonia, ya que incluso las fotos oficiales de los aviones muestran que son modelos alemanes pintados con insignias polacas.