Miércoles, 13 de Septiembre de 1939

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POLONIA: La 1ª División de Montaña Alemana, dirigida por el General Schöner, llega a la ciudad de Lublin, en Polonia central. Tras intentar tomar la ciudad dos veces, siendo rechazados, los alemanes deciden sitiarla y bombardearla. Once batallones polacos, formados improvisadamente con soldados de unidades dispersas y civiles armados, defienden la plaza.

En el Bzura, el general Kurtrzeba recibe una orden del Alto Mando Polaco: debe atacar hacia el sur, en dirección a Radom, con la esperanza de que pueda romper el frente y escapar hacia Rumania con todas sus fuerzas. Evidentemente, el Alto Mando Polaco desconoce lo delicada de la situación en el Bzura; Kurtrzeba opta por una acción más realista, y lanza un ataque en dirección este, centrado en la localidad de Sochaczew y protagonizado por las divisiones de infantería 26ª, 16ª y 4ª, dirigidas las tres por el General Wladyslaw Bortnowski. El objetivo es conseguir romper el frente y conseguir llegar a Varsovia. Se opone a este ataque la agotada 4ª División Panzer, que acaba de llegar procedente de las afueras de Varsovia. Los combates se sucederán durante todo el día, con gran virulencia y fuertes bajas en ambos bandos.


BERLIN: El OKW ordena a la Wehrmacht que utilice todos los medios posibles para mantener controlada a la población civil polaca y evitar las acciones de partisanos y guerrilleros. En la práctica, se está dando luz verde a los ataques indiscriminados contra la población civil.


PARIS: Las diferencias políticas acerca de la guerra terminan estallando en una fuerte crisis en el seno del gobierno francés. El Ministro de Asuntos Exteriores, Georges Bonnet (en la foto. Si, un tipo siniestro), es destituido por el Primer Ministro Daladier. Bonnet, pieza clave en los Acuerdos de Munich de 1938 y una de las voces partidarias de la neutralidad más resonantes, había defendido entablar negociaciones con los alemanes, incluso a espaldas de los británicos. Lo que es más preocupante, había mantenido conversaciones con el gobierno italiano a espaldas de Daladier para conseguir que Italia mediara entre Francia y Alemania. Daladier forma un gabinete de guerra, en el que él mismo ocupa, además de la presidencia del gobierno, las carteras de Guerra, Defensa Nacional y Exteriores. Bonnet se mantiene en el gobierno como Ministro de Justicia, ya que continúa siendo uno de los pesos pesados del gubernamental Partido Radical-Socialista, y son creados los ministerios de Armamento y Bloqueo. Tras esta profunda reforma ministerial, el nuevo gabinete hace pública una nota afirmando que no negociarán ningún arreglo diplomático con un gobierno alemán presidido por Hitler, muy similar a la publicada por los británicos días antes.

En otro orden de cosas, el crucero La Tour d´Auvergne ha explotado accidentalmente en Casablanca. Hay una docena de muertos, y se cree que la explosión ha sido consecuencia de una caldera mal reparada. El buque ha quedado prácticamente inutilizado.


MOSCÚ: El gobierno soviético ordena a todos los buques bajo bandera de la URSS que abandonen lo antes posibles las aguas inglesas. La prensa internacional rumorea con la posibilidad de que incluso los comunistas entren abiertamente en la guerra a favor de la Alemania Nazi.

3 comentarios:

Cayetano dijo...

Este Bonnet, además de un político nefasto, era un elemento de poco fiar. Hacer cosas a espaldas de los británicos está mal, pero también hacerlas sin que se enteren sus compatriotas... tiene delito.

Sila dijo...

Pues sí, Cayetano. Bonnet es uno de los personajes más nefastos de la Europa del siglo XX. Fue uno de los arquitectos de la claudicación de Munnich (más incluso que Chamberlain) y fue clave para evitar que la moral francesa remontara antes del desastre de 1940. Eso por no hablar de su vital papel en la instalación del régimen de Vichy. Toda una pieza, vamos.

Ernst Wolf dijo...

Hola Sila

Haciendo un ejercicio de historia-ficción, y viéndolo de manera pragmática, posiblemente hubiese sido mejor para Francia llegar a un acuerdo con Alemania en 1939, lo que le hubiese ahorrado la humillación de 1940 y la ocupación ulterior.
No nos olvidemos de que ahora sabemos que Alemania perdió la guerra, pero en aquel momento -aún sin haber alcanzado su cenit- nada daba a entender que el Tercer Reich fuese a derrumbarse apenas unos años después con el estrépito con el que lo hizo.

Saludos.

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