
LA HAYA (HOLANDA): El negociador sueco Birger Dahlerus llega a la capital holandesa, donde debía de reunirse con un representante británico para tratar la posibilidad de abrir negociaciones de paz. Nadie se presenta, y los diplomáticos británicos le piden a Dahlerus que se entreviste con el embajador británico en La Haya. La reunión no tendrá lugar.
LONDRES: El Gabinete ordena incrementar la producción de gas mostaza de 310 toneladas anuales a 1.200, ya que se teme que los alemanes puedan usar gases tóxicos en el Frente Occidental. En otro orden de cosas, se ha firmado hoy un acuerdo comercial entre la Unión Soviética y el Reino Unido. La abierta colaboración de la URSS con la Alemania Nazi no ha impedido que se llegue a este acuerdo comercial, por el que los soviéticos se comprometen a suministrar madera a los británicos a cambio de caucho y zinc. Hay que señalar que la madera contiene algunos componentes químicos esenciales para la fabricación de explosivos, pero que la miopía británica en este asunto es enorme: buena parte de ese caucho y zinc serán revendidos por los rusos a los alemanes. Pese a este acuerdo, la prensa británica continuará ironizando acerca de la extraña confluencia de intereses entre nazis y comunistas.

BERLIN: La radio alemana lanza un bulo, dirigido a los soldados aliados del Frente Occidental, afirmando que el gobierno británico ha caído y la guerra ha terminado. Hasta donde sabemos, el bulo no debió de tener mucho éxito.
3 comentarios:
Bienvenido de vuelta Sila.
El chiste inglés esta muy bien y tiene muy mala leche, aunque en mi opinión es una muestra de la ley del embudo que tanto gustan de aplicar los británicos.
Un saludo y ánimo con el blog.
¡Gracias, Wolf! Espero ponerme al día con los blogs, el tuyo incluido. Respecto a lo que dices, toda la razón. Los ingleses criticaban a los soviéticos por colaborar con Hitler, mientras firmaban pactos económicos con ellos. Por no hablar de que despues de 1941 todos esos chistes y comentarios desaparecieron del mapa.
Pobre Einstein estaba gestándose la mayor abominación de la historia, de la que luego se arrepentiría...
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