
Ambos ataques se inician a las 8 de la mañana. El grupo que ataca por el norte se encuentra con que los soviéticos estaban preparando su propio ataque. Se suceden fuertes combates, y aunque los fineses se ven obligados a replegarse a sus líneas, han menos han conseguido desorganizar las líneas rusas e impedirles lanzar su ataque. El grupo que ataca por el sur tiene más éxito: tras intensos combates con un regimiento soviético por el control de una carretera, los finlandeses consiguen romper las líneas rusas e incluso capturar el cuartel general de un regimiento soviético. Al día siguiente, los finlandeses del coronel Talvela lanzarán nuevos ataques y obligarán a la 139ª División a retirarse. Sobre el resultado de la batalla, las cifras hablan por si solas. Los fineses han sufrido unos cien muertos y unos doscientos cincuenta muertos de un total de 4.000 hombres puestos en combate. Los rusos tenían en ese momento a 20.000 soldados en Tolvajärki, cinco veces más que los finlandeses. Sin embargo sus bajas son muy altas: unos mil militares soviéticos han muerto, y en la retirada han dejado en manos finlandesas gran cantidad de equipo, incluyendo dos baterías completas de artillería, sesenta ametralladoras pesadas y veinte tanques. La victoria finlandesa ha sido total.

LONDRES: El Gabinete de Guerra Británico decide, tras las continuas quejas de los neutrales, relajar sus medidas de bloqueo contra Alemania. A partir de ese momento, los buques alemanes que se dirijan hacia Alemania desde un puerto neutral no serán atacados. El Almirantazgo envía esa orden a todos los buques ingleses desplegados por todo el mundo. Uno de esos navíos es el submarino HMS Salmon, que estaba a punto de atacar al mercante alemán Bremen, procedente de Murmansk. El Salmon deja que el buque germano siga hacia su destino. En esa misma reunión del Gabinete, Winston Churchill trata de convencer a sus colegas del gobierno de la necesidad de una acción preventiva (es decir, una invasión) de Noruega. El avezado político inglés teme que los alemanes se adelanten y ocupen el país escandinavo, lo que daría a los nazis bases navales y aéreas desde las que atacar Gran Bretaña.
BERLIN: Tras un viaje de inspección del general Jodl, Jefe de Operaciones del OKW, a los cuarteles alemanes en el Frente Occidental y tras recibir su informe sobre el mal estado climatológico, Hitler decide postergar de nuevo el ataque contra Francia. Esta vez fija Año Nuevo como la nueva fecha en la que tomará una nueva decisión. En otro orden de cosas, Hitler también ordena a la Oficina de Municiones del OKW a que se incremente la producción de armamento, considerada por el Führer insuficiente. Especialmente pide que se duplique la producción de minas magnéticas, que tan buenos resultados están dando en la lucha contra Reino Unido.
2 comentarios:
los rusos empiezan a preguntar eso de ¿quien nos mandaría meter las narices en este avispero?
Churchil tenía razón con lo de bloquear o tomar Noruega. Veía venir la maniobra alemana para asegurarse sin problemas el suministro de acero sueco y además tener un buen punto de apoyo para golpear a los británicos.
Esta vez su olfato acertó.
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