Miércoles, 24 de Enero de 1940

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FINLANDIA: En el norte del Lago Ladoga, el 8º Ejército Soviético lanza una serie de ataques de baja intensidad que son rechazados por los finlandeses. En el resto de frentes la tranquilidad es la tónica, notándose las órdenes de Timoshenko de detener las operaciones militares mientras pasa lo peor del invierno. Ambos bandos aprovechan estos días para reorganizar sus exhaustas fuerzas.







LONDRES: El Primer Ministro Neville Chamberlain reitera el compromiso británico a defender Bélgica si Alemania la ataca, y ofrece la protección del BEF al país neutral. Después de dos semanas de enorme tensión después del incidente de Mechelen, los belgas, no obstante, parecen inclinados a pensar en que el ataque alemán no se va a producir.


BERLIN: Ante el 228 aniversario del nacimiento de Federico II el Grande de Prusia, héroe nacional alemán y todo un símbolo para Hitler y los nazis, el aparato propagandístico se vuelca para celebrarlo. En el periódico oficial del NSDAP, el Völkischer Beobachter, el general Walther von Brauchistch, comandante del Heer, publica un artículo alabando las cualidades del rey prusiano, que se distinguió en la lucha en la Guerra de los Siete Años contra unos enemigos abrumadoramente superiores en número. El propio Hitler da un discurso en Berlín ante 7.000 cadetes y oficiales jóvenes de la Wehrmacht alabando a su admirado Rey.



POLONIA: El Gobernador General Hans Frak publica una orden por la que todos los judíos bajo su jurisdicción deberán informar a las autoridades de la cuantía económica de sus patrimonios.


ATLÁNTICO NORTE:
El vapor inglés Baltanglia, de 1.500 toneladas, es hundido por un sumergible alemán.

3 comentarios:

Cayetano dijo...

Los nacionalistas alemanes aparecen siempre reivindicando las glorias pasadas, ahora Federico II de Prusia, región que impulsó posteriormente la unificación. Llama la atención sobre todo cuando reparamos que Hitler no era alemán sino un austriaco que se sentía germano y que renegaba de su origen.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Los belgas con el lirio en la mano... inocentes...

Sila dijo...

Siendo justos con Hitler, la verdad es que en aquella época los austríacos no se sentían demasiado alejados de sus primos alemanes, De hecho, el Anchluss fue bastante popular en Austria.

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