Miércoles 3 de Enero de 1940

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FINLANDIA: Los combates más intensos de la jornada se dan hoy en Salla, donde cuatro batallones finlandeses tratan de nuevo de romper las defensas de la 122ª División Soviética (ayer lo intentaron sin éxito) y en el norte de Finlandia, donde los soviéticos lanzan un ataque, apoyado por aviones y tanques, contra Kuhmo. Habrá que esperar a mañana para ver como concluyen ambas batallas. En el mar, los finlandeses consiguen un pequeño triunfo al hundir el submarino soviético S-2, el cual chocó contra una mina en el estrecho de Märket. En el campo propagandístico, el gobierno finlandés anuncia que ha destruido 400 tanques y 150 aviones soviéticos desde que empezó la guerra. No contentos con esto, aviones finlandeses arrojan miles de panfletos con esta información sobre Leningrado. Desde Noruega, llegan 25.000 mochilas a Finlandia como parte de una colecta de ayuda.


CÁDIZ (ESPAÑA): Durante la noche, el submarino alemán U-25 arriba al puerto español de Cádiz. Allí le espera el mercante Thalia, el cual reabastece al sumergible de munición, víveres y combustible. Es la primera vez que los U-Boote germanos utilizan a la neutral España como centro de reabastecimiento para sus buques.




FRENTE OCCIDENTAL: En el bosque de los Vosgos, dos patrullas alemanas son emboscadas por los franceses. Son hechos prisioneros siete militares de la Wehrmacht.


WASHINGTON: En su discurso de presentación de los presupuestos federales ante el Congreso, el Presidente Roosevelt pide que el gasto militar sea incrementado hasta los 1.800 millones de dólares.


BERLÍN: Hitler recibe una carta, en tono muy crítico, de su aliado Benito Mussolini. El Duce condena el acuerdo entre Alemania y la Unión Soviética y lo califica de traición ante el nazismo y el fascismo. El dictador italiano le recuerda al alemán unas proféticas palabras: “la solución para el problema del espacio vital germano está en Rusia, no en otro sitio”.

3 comentarios:

Cayetano dijo...

Una España neutral pero amiga, colaboradora y cómplice del Reich, por lo tanto una "no beligerancia activa" más que una verdadera neutralidad. ¿No?
Un saludo.

Lupulox dijo...

No sé de qué te sorprende que España permita que un submarino alemán entre en Cádiz y sea abastecido por un buque alemán. Me imagino que el camarero que en la tasca del puerto le sirviera pescaíto frito a un marinerito alemán sería poco menos que un puerco colaboracionista. Seguro que a Uruguay no le hizo ni pizca de gracia, pero el derecho internacional le permitía al Admiral Graf Spee entrar en Montevideo y a fe que entró.

La situación de España fue muy difícil en esta guerra. Hasta hace unos pocos meses la Legión Cóndor seguía ayudando al bando vencedor, que le debía mucho tanto a Hitler como a Mussolini. En mi opinión, habría sido hasta mezquino si España no le hubiera hecho al Reich algún que otro favor a cambio. Ahora igual nos parece algo terrible que España le exportara a Hitler Wolframio y que le enviase una división de voluntarios, pero en ese momento de la Historia eran actos de lo más comprensibles. Podemos también hipotetizar con qué no le habría exigido la URSS a España en el caso de que hubiera vencido el bando Republicano, teniendo en cuenta que ya a los pocos meses del comienzo de la Guerra Civil el Gobierno Republicano le había cedido la casi totalidad de las reservas de oro nacionales. Stalin sí que era un gran compañero de viaje...

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

En estos momentos es cuando dejábamos de ser neutrales para pasar a no beligerante.....

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