Miércoles, 22 de Noviembre de 1939

GRAN BRETAÑA: El pánico y el malestar que la guerra de minas indiscriminada está generando entre los aliados y los países neutrales obliga a los oficiales alemanes a plantearse si políticamente no va a resultar contraproducente. Es decir, con sus minas, los alemanes están ahogando el comercio británico a costa de ganarse la animadversión y hostilidad de los neutrales y movilizar a la población civil aliada. Por ello, deciden “dulcificar” un poco la Guerra de las Minas. Hoy, un bombardero He-111 vuelve a lanzar minas sobre el Estuario del Támesis, entrada a los vitales muelles londinenses. En esta ocasión, la Luftwaffe informa inmediatamente a los británicos que han minado la zona. Esta manera de proceder es la que teóricamente impone las leyes internacionales (aviso de zonas minadas para evitar muertes civiles y de neutrales), pero raramente se cumplirá por ninguno de los bandos. Al menos, los alemanes lo cumplirán durante las próximas semanas. En otro orden de cosas, una campaña de bonos del tesoro (la primera en Gran Bretaña desde que empezó la Guerra) es lanzada con el lema “Preste Para Defender el Derecho a Ser Libres”, (Lend to Defend the Right to be Free).


PARIS: Pese a la “legalización” de la Guerra de Minas” de acuerdo con el derecho internacional por parte de los alemanes, el Gobierno Francés anuncia medidas de represalia similares a las adoptadas ayer por los británicos. Es decir, ataque indiscriminado contra los mercantes germanos, y confiscación de bienes alemanes en Francia.


BERLIN: Comienza a gestarse el que será el cuerpo más eficaz y mortífero del III Reich. Heinrich Himmler, Reichsführer de las SS, la milicia del Partido Nazi, menciona en un memorando interno la necesidad de crear un ejército dentro de las SS que dependa del Partido y no de la Wehrmacht. Habrá que esperar un año para que se inicie el reclutamiento de voluntarios para ese ejército, el cual tomará un nombre que se hará conocido en toda Europa: Waffen SS.